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lunes, 23 de julio de 2012

Hachiman 八幡神 - Dios de los guerreros

Los que esten familiarizados con Musashi Miyamoto, sabran que luego de su duelo con los hermanos Yoshioka, el mismo clan puso precio a su cabeza.
Sabiendo que toda una aldea quería matarlo, por primera vez rezo.
Una vez hizo sonar el cascabel, dos veces hizo su reverencia en el templo, dos veces junto sus manos, dijo sus plegarias, y nuevamente repitió el mismo proceso.
Habia rezado por su vida, no al dios de la guerra, sino al dios a los que los guerreros se encomiendan.

Hachiman (八幡神) es el dios Japones sincretico de la arqueria y la guerra.
Aunque muchos lo confundan con el dios de la guerra, Hachiman, es el dios de los guerreros, siendo también la divina deidad protectora de Japon y de los habitantes de Japon.

El ser un dios Sincretico, significa que su origen, se remonta a la fusión de la deidad japonesa de la guerra en el shinto, con influencias del budismo ingresadas a traves de China. Es decir, es una fusion de dos dioses, de distintas religiones y creencias.

En la actualidad Hachiman es alabado por los pescadores de Japon, pidiendo fertilidad en sus cosechas marinas, encomendando sus redes a su divinidad.

El dios de los ocho (8) estandartes (ese es el significado de su nombre) refiere a los ocho estandartes celestiales que definen el nacimiento del divino emperador Ojin.

Su animal simbolico es la paloma blanca, contrario a la creencia occidental, en la que la paloma blanca simboliza la paz.

Al momento del nacimiento del primer emperador Ojin, fue el mismo Hachiman quien anuncio el nacimiento, disfrazado de paloma blanca con un Mitsudomoe en su espalda.

Por esta razón es que el mitsudomoe, se suele utilizar en los O daikos o Taikos. En los antiguos tiempos de guerra, el sonido de Odaiko, solía usarse para señalizar guerras, o también para marcar movimientos a las tropas.
Solia creerse que el mismo Hachiman habitaba en el sonido de la guerra. Era el quien alentaba, a sus guerreros a traves del mitsudomoe en el Odaiko.

                                                        Hachiman vestido como monje budista
Hidari no Mitsudomoe

viernes, 18 de marzo de 2011

O - Amemasu

En tiempos dificiles para Japon, luego de terremotos, tsunamis, que han devastado una gran cantidad de poblaciones, esta es la historia de Amemasu, o OAmemasu, quien para los Ainu es el Yokai responsable de todos los tsunamis y terremotos que los aflijen.

Cuenta una historia Ainu, que cierto dia, hace miles de años, un ciervo estaba bebiendo agua del lago una vez llamado Mashu. Amemasu (una especie de Yokai-ballena) salio del agua para alimentarse de este ciervo, engulliendo al ciervo sin dijerir.
El ciervo, dentro del estomago de Amemasu, lloro unas lagrimas tan puras que perforo el estomago del Yokai, dejandolo en libertad y matando a Amemasu en el lago, que desemboca en el mar Pacifico.
Un pajaro, que por alli pasaba vio el desastre que estaba a punto de suceder con su enorme cuerpo bloqueando la corriente de las aguas de Japon, y volo a las aldeas mas cercanas para avisarles a los pobladores.
La aldea de los Ainu, corrio a refugiarse a terrenos altos, ya sea montañas, montes, etc... Mientras que las demas aldeas no le creyeron al pajaro y fueron a investigar.
Cuenta la leyenda que al ver a Amemasu, los habitantes que decidieron investigar lo que el pajaro les habia contado, se comieron a amemasu, sin guardar respeto por su cuerpo.
Al comerse el cuerpo que bloqueaba las aguas, se liberaron todas las aguas que rodeaban a Japon de una forma estrepitosa, destruyendo todas las aldeas cercanas, y matando a todos los que le faltaron el respeto al cadaver de Amemasu, dios de las aguas.
Los Ainus, pueblo que perduro en la historia japonesa durante millones de años cuentan que cada vez que un tsunami afecta a la isla de Japon, tiene que ver con la ira de Amemasu, dios de las aguas japonesas, en venganza de atroces crimenes contra los animales maritimos.

Hoy, luego de varios Tsunamis y terremotos en la isla de japon, los Ainu continuan habitando suelo japones, respetando la memoria del dios O-Amemasu, siendo la unica aldea, nunca afectada por un Tsunami.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Geishas

Comence ayer a leer "Vidas de una Geisha", autobiografia de Mineko Iwasaki, en quien basaran años mas tarde la pelicula "Memorias de una Geisha" y comence a interesarme por este fabuloso y a veces tragico mundo al que pertenecen las geishas.
A partir de ahi mi post sobre las mismas.

Las geishas se originaron como profesionales del entretenimiento.
Las jóvenes con aspiraciones a geisha (maiko) comienzan su entrenamiento después de completar los primeros años de secundaria o incluso en secundaria o estudios superiores, empezando su carrera en la adultez. Las geishas aún estudian instrumentos tradicionales como

* el shamisen (三味線, 'shamisen'?)
* el shakuhachi (尺八, flauta de bambú)
* el taiko (太鼓, tambor)
* canciones tradicionales,

Mirando a otras geishas, y con la ayuda de las dueñas de las casas de geishas, las aprendices se vuelven habilidosas en la compleja tradición de elegir y usar kimono, y en el tratar con los clientes.
Mientras las cortesanas profesionales brindaban entretenimiento sexual, las geishas usaban sus habilidades en distintas artes japonesas, música, baile, y narración para atraccion de clientes.
Este tema se ha complicado debido a las prostitutas japonesas, particularmente en Onsen, que quieren ligarse al prestigio de las geishas promocionándose como geishas ante los turistas (japoneses y extranjeros).

debido a que estas relaciones están vinculadas con la capacidad del cliente de pagar por los servicios tradicionales, el argumento puede ser que es simplemente una manera complicada de prostitución.

Fue tradicional para las geishas tener un danna, o cliente habitual. Un danna era generalmente un hombre adinerado.

Se especula sobre la venta de la virginidad de las geishas y de su cuerpo a un solo cliente (hasta que el danna se cansara y entonces se buscaría otro)

Las geishas son contratadas para asistir a fiestas y encuentros, tradicionalmente en casas de té (茶屋, chaya) o tradicionales restaurantes japoneses riotei (料亭). Su tiempo es medido según lo que se demora en consumirse un palo de incienso (llamado senkodai (線香代 'senkōdai') o ‘palo de incienso tarifario’) o gyokudai (玉代?) (‘joya tarifaria’). Otro término para trazar la tarifa es ohana (flores tarifarias). El cliente hace el convenio a través del sindicato de geishas (検番 kenban), que mantiene el horario de cada geisha y hace sus citas de entretenimiento.

Yokai

Yōkai ("apariciones", "espíritus" o "demonios") son una clase de criaturas en la cultura japonesa que van desde el malévolo oni al travieso kitsune o la mujer pálida Yuki-onna. Unos poseen parte de animal y parte de rasgos humanos (por ejemplo Kappa y Tengu). Los Yōkai son generalmente más poderosos que los seres humanos, y debido a esto, tienden a actuar con arrogancia sobre los mortales. Los Yōkai también tienen valores diferentes de los seres humanos, y cuando estos entran en conflicto pueden conducir a la enemistad. Ellos son generalmente invulnerables al ataque humano, pero pueden ser derrotados por expertos exterminadores yōkai (退治屋, taijiya) y monjes budistas con la bendición de Buda.

Segun algunas teorias, se relaciona a esta entidad con el concepto de extranjeros en Japon

Algunos yōkai simplemente evitan a los seres humanos y así el problema que conllevaban; generalmente habitan áreas aisladas lejos de viviendas humanas. Otros yōkai, sin embargo, deciden vivir cerca de asentamientos humanos conviviendo en buena armonía. Algunas historias cuentan que los yōkai crían como los humanos para tener han'yō, o “semi-demonios”. La mayor parte de estos cuentos comienzan como historias de amor, pero a menudo acaban con tristeza, resultado de los muchos obstáculos que tienen que afrontar los yōkai y los mortales en sus relaciones.


imagen de Yokai llamado Sawaki

martes, 15 de enero de 2008

Kuji Kiris

Dejemos de lado por un rato el tema de los dioses de Japon y hablemos un poco sobre Ninjas.
Los Ninjas (trad. lit. Arte del sigilo) , antes llamados Rappa, Mitsumono, Suppa o Shinobi, deben su nombre a la lectura on´yomi de los dos kanjis, 忍者, que se usaba para escribir, shinobi no mono 忍の者, forma nativa japonesa que se le daba a las personas que practicaban el ninjutsu.
Los ninjas, fueron "agentes" de élite, los cuales se creía que eran asesinos a sueldo, siendo en realidad personas que intentaban proteger sus tierras del avance del régimen feudal.
En realidad, no puede considerarse al antiguo ninjutsu un arte marcial en el sentido clásico del término, ya que las disciplinas que el ninja debía conocer iban mucho más allá de las técnicas de lucha o de combate. Como ya se ha dicho, la práctica del Ninpo Mykkyo, o prácticas esotéricas, y del Kuji Kiri (corte de nueve sílabas, posiciones místicas con los dedos que canalizan la energía), el cual legendariamente proporcionaba al ninja poderes asombrosos, eran de estudio obligado para los clanes ninja, quienes preferían tácticas de terror y espionaje, mucho más sutiles que el clásico bujutsu o arte marcial del samurai.

Los 9 Kuji Kiris, son incluidos en el Ninjutsu, a traves del Taoismo, introducido en Japon a traves de China, por monjes budistas, y muchas veces confundido con una especie de Hechizo o ¨Jumon¨ que puede causar la muerte de otra persona.

Los Kuji Kiris, son un proceso mental y emocional, que se logra a traves de ¨cortes de manos¨ echos en el aire con la mano derecha y se usan en momentos de extrema necesidad, junto con la pronunciacion de un mantra especifico para cada uno de ellos.
Se cree tambien que el Kuji Kiri, es un proceso de hipnosis en uno mismo. Aunque esta apreciacion es erronea, ya que pensar en esto, seria pasar por alto el objetivo principal de los mismos: La concentracion absoluta sobre el objetivo deseado.

En el Ninjutsu, se adopto una forma, bastante parecida, pero no es exactamente los Kuji Kiris, sino que estos son denominados, Kuji In (九字印 nueves simbolos, que tienen como principal diferencia, la duracion de estos, el tiempo de invocacion y meditacion sobre los mismos, es mucho mas largo, logrando asi diferentes objetivos.

Las creencias populares, decian que los Ninjas dominaban los siguientes 9 Kujis:

RHIN: Unión de cuerpo y mente, desarrollo de la voluntad
PIO: Dirección de la energía.
TO: Amplificación del Kiai
SHA: Curación propia y ajena.
KAI: Premonición del peligro
JIN: Adivinar el pensamiento ajeno
RETSU: Dominar el tiempo y el espacio
ZAI: Dominar los elementos naturales
ZEN: Iluminación interior

Estos, como ya dijimos antes se llevan a cabo mediante Mantras (Vocalización que se creían daba cuerpo a la divinidad invocada y que poseía un mágico poder. Estas palabras producen , si al pronunciarlas en forma consecutiva y monótona , la activación de los centros energéticos a un nivel vibratorio mas alto de lo común) y Mudras (se denomina así a las posturas de manos, lo que favorece, con el encimamiento de los pies en la posicion zeiza no kamae, a la concentración de energía que circula dentro del cuerpo sin poder salir)

Realmente esto ocurre con años de practica, y otros factores a considerar, y les dejo como advertencia al mejor estilo 100% lucha, no intenten esto solos en casa, ni en el colegio, existen varios centros de meditacion y varias escuelas budistas, que enseñan estas practicas, pero es altamente aconsejable la practica de esto bajo la supervision de alguien calificado, y no crean que viendo Naruto van a saber los Kuji Kiris

Takamatsu sensei, y Hatsumi Masaake (Ninjutsu) practicando los 9 Kuji Kiris

lunes, 14 de enero de 2008

Yomi la tierra de los muertos

Izanagi se lamentó de la muerte de Izanami y emprendió un viaje a Yomi o "la tenebrosa tierra de los muertos." Izanami encontró muy poca diferencia entre Yomi y el mundo terrenal, excepto por la oscuridad eterna. Sin embargo, esta oscuridad sofocante fue suficiente para provocarle dolor en ausencia de la luz y la vida en la tierra de arriba. Rápidamente el busco a Izanami y la encontró. En un principio Izanagi no pudo verla por completo debido a que las sombras ocultaban su apariencia. Sin embargo él le pidió a ella que regresara con él. Izanami le escupió, indicándole a Izanagi que ya era demasiado tarde. Ella ya había probado el alimento del inframundo y ahora ya era una con la tierra de los muertos. Ella no podría regresar más a la vida.

Izanagi fue impactado por estas noticias, pero aun así se rehusó a sus deseos de dejarla abrazar la oscuridad de Yomi. Mientras que Izanami dormía, él tomó el peine que sostenía su largo cabello y lo encendió como una antorcha. Bajo la repentina explosión de luz, él vio la horrible forma de la una vez hermosa y agraciada Izanami. Ahora ella era una forma de carne en descomposición con gusanos y criaturas asquerosas que se deslizaban sobre su cuerpo destrozado.

Gritando ruidosamente, Izanagi no tuvo control sobre su miedo y comenzó a correr, intentando volver a la vida y abandonando a su esposa muerta. Izanami se despertó chillando, e indignada y lo persiguió. Shikomes salvajes o las mujeres asquerosas también persiguieron al asustado Izanagi, guiadas por Izanami para atraparlo. Pensando rápidamente, Izanagi lanzó su gorro, el cual se convirtió en un racimo de uvas negras. Las shikome tropezaron con éstas pero continuaron su búsqueda. Después, Izanagi lanzó su peine, que se convirtió en un grupo de brotes de bambú. Ahora eran las criaturas de Yomi las quienes comenzaron a dar la persecución, pero Izanagi orinó en un árbol, creando un gran río que aumentó su aplomo. Desafortunadamente, todavía ellos persiguieron a Izanagi, forzándolo lanzar melocotones sobre ellos. Él sabía que esto no los retrasa por mucho tiempo, pero él ya estaba casi libre, porque los límites de Yomi ahora estaban más cerca.

Izanagi llegó rápidamente a la entrada y rápidamente empujo un canto rodado en la boca de la caverna, la cual era la entrada a Yomi. Izanami gritó detrás de esta impenetrable barricada y le dijo a Izanagi que si él no la dejaba salir ella destruiría a 1.000 residentes vivos cada día. Él furiosamente le contestó que entonces el daría vida a 1.500.

Y de esta manera comenzó la existencia de la muerte, causada por las manos de la orgullosa Izanami, la esposa abandonada de Izanagi.


Yama tibetano: el equivalente al Enma Japones, el gobernador del Yomi, esta creencia ingreso al japon por medio de la creencia budhista, teniendo el mismo equivalente en la mitologia china

domingo, 13 de enero de 2008

La leyenda del origen del Japon

Hace miles y miles de años no se distinguían la tierra y el cielo. Todo era caos. Sólo los dioses podían vivir; de éstos, todavía hoy se recuerdan los nombres de Izanagui y su esposa Izanami.

Un día decidieron separ la tierra del cielo. Bajaron por el puente celeste e hicieron la separación. Más tarde, Izanagui tomó su lanza y la sumergió violentamente en el mar, lo que hizo brotar innumerables gotas que se extendieron por toda la costa, y al instante surgieron de ellas las trescientas ochenta y siete islas que forman el Japón.

La divina pareja tuvo varios hijos. Cuando Izanami dió a luz al dios del Fuego, murió. Su esposo, inconsolable, entró en el reino de los muertos para buscarla, y cuando la encontró la abrazó tan fuertemente, que la deshizo. Izanami se transformó en un montón de carne putrefacta y se desparramó por el suelo.
Izanagui se lavó en un lago para purificarse, y poco después se retiró para siempre a una isla solitaria.

Y sucedió que cierto día quiso el Sol crear un pueblo que fuera superior a todos los demás, para que habitara aquellas hermosas islas, y tomando un haz de sus propios rayos, formó una encantadora mujer, a la que llamó Amaterasu, diosa de la luz. Cuando la hubo creado, le dió el poder de ser diosa y madre del nuevo pueblo.

Para que no se encontrara sola, bajó con ella del cielo un brillante cortejo de dioses, de los que únicamente se recuerdan los nombres de Ame-No-Uzume, diosa de la Alegría, y Ame-No-Moto, o Susanoo, dios de la Fuerza.

Fué pasando el tiempo; en aquellas islas todo era alegría y bienestar, y un gran pueblo las iba llenando poco a poco. Servían con gran fidelidad a la divina Amaterasu, y cuando llegaba la mañana de cada día adoraban con humildad al Sol naciente.

Pero aquella felicidad incomparable iba a ser turbada por el carácter violento y rebelde de Ono-Mikoto, uno de los príncipes de la corte de Amaterasu, y también de origen divino. Para enojar a la diosa, decidió matar a un ciervo pequeño por el que Amaterasu sentía gran cariño. Cuando lo hubo hecho, entró en el salón donde estaba la Reina y lo arrojó contra el bastidor en el que la diosa bordaba; con tanta fuerza, que rompió su labor y fué a caer sobre sus pies. Amaterasu se quedó asombrada; un profundo dolor embargó su ánimo y por primera vez unas amargas lágrimas se asomaron por sus ojos negros y bañaron sus mejillas de rosa. Tanta pena le produjo, que pensó huir del palacio y ocultarse de la vista de los mortales, puesto que al conocer el dolor el mundo y la vida misma le parecían despreciables.

Y así lo hizo. Una noche, cuando todos dormían en su palacio, se fué hacia el monte. Sola, como una sombra más entre las infinitas de la noche, anduvo largo tiempo, hasta que llegó a una profunda gruta. Entró en ella, y para que nadie fuera a buscarla, tapó su entrada con una enorme roca.

Así transcurrió mucho tiempo. Las islas, al no estar iluminadas por la luz de Amaterasu, quedaron sumidas en tinieblas. También desapareció la luz de las almas de sus habitantes, todos estaban tristes y no sabín qué hacer. Entonces los dioses decidieron traer junto a ellos a la diosa.

Para ésto tenían que valerse de todo su ingenio, porque ya sabían que su Reina era firme en todas las decisiones que tomaba. Así, pues, organizaron un brillante cortejo; los mejores músicos, creadores de las más dulces melodías, formaban parte de él. Anduvieron largo rato por el bosque, hasta que por fin llegaron ante la gruta donde se encontraba Amaterasu. Una vez allí, formaron todos un gran círculo. Los músicos empezaron a tocar. Los trinos de los pájaros se fundían con las canciones; parecía que el bosque estuviera encantado. Apenas había empezado a oírse la música, uno de los dioses dijo a la diosa Ame-No-Uzume que saliera a bailar, y así lo hizo. Más hermosa que nunca, vestida con deslumbradoras túnicas, comenzó a danzar al son de la música. Sus manos dibujaban en el aire extrañas figuras y su cuerpo se movía con mágico encanto. Los dioses y todos los que integraban el cortejo, admirados de tanta belleza, no cesaban de alabar la hermosura de Ame-No-Uzume y su maestría en la danza.

Entonce Amaterasu, extrañada de oír aquella música, sin saber de dónde venía y, sobre todo, los elogios tributados a la bella danzarina, sintió deseos de ver a qué era debido todo aquello. Poco a poco, fué acercándose a la entrada de la gruta, y para contemplar mejor lo que sucedía ante ella, corrió un poco la pesada roca que tapaba la entrada de su retiro. En aquel instante, uno de los dioses que esperaba ante la gruta tal momento, se cogió con fuerza a la roca y la retiró a un lado, dejando libre la entrada. Amaterasu se quedó maravillada ante el espectáculo que tenía ante sus ojos. Algo, sin embargo, le molestaba. No podía sufrir que los dioses admiraran tanto la belleza de Ame-No-Uzume. Y éstos, para que no se disgustara y accediese a marchar con ellos, le dieron un espejo para que pudiera contemplarse y comprobar por sí misma que era la más hermosa de todas las mujeres. Una vez tranquilizada, Amaterasu tuvo a bien acceder a la súplica de todos sus súbditos y volvió a reinar sobre ellos.

El dios Susanoo, que se había rebelado contra ella, fué expulsado del reino y se le dió el imperio de los mares, en uno de los cuales mató de un solo tajo de su espada a un gigantesco dragón de ocho cabezas. De esta manera, la paz y la felicidad volvieron a reinar en las islas japonesas. El nieto de Amaterasu, llamado Jinmutenno, ocupó el trono imperial y fué el primer mikado o emperador de nombre conocido. Como atributos de su realeza, la diosa le entregó el espejo donde ella se miró al salir de la gruta, la espada con la que Susanoo mató al dragón de ocho cabezas y una joya. Estos objetos han sido conservados por todos los emperadores que fueron sucediendo a Jinmutenno, y aunque nadie -ni el propio mikado- los ha visto, se conservan envueltos en innumerables sedas en un templo no lejos de Tokio.

De Jinmutenno, sin interrupción, descienden, a través de 2,600 años, todos los emperadores del pueblo japonés.

En cuanto a la diosa Amaterasu, viendo asegurada su dinastía en el trono imperial, pidió a su padre, el Sol, que la llevara junto a él, y, envuelta en su luz, se fué a su lado; allí permanece desde entonces, y, transformada en rayos luminosos, vela siempre sobre su pueblo.

Amaterasu saliendo de la cueva en el momento de la danza de los dioses